lunes, 30 de noviembre de 2009

Nou model escolar per al pròxim curs

Un paso adelante. Así consideran distintas voces expertas en docencia y pedagogía la propuesta lanzada el miércoles de la pasada semana por el conseller de Educació, Ernest Maragall, de cambiar el calendario escolar, de tal manera que las clases se inicien el 7 de septiembre y se instaure una semana de vacaciones en el segundo trimestre escolar. A los aspectos pedagógicos favorables que contiene la propuesta, como acortar las vacaciones de verano -las 11/12 semanas actuales se consideran excesivas- o una mejor distribución de los días lectivos por trimestre, se añaden más reflexiones.

Màrius Martínez, profesor de Ciencias de la Educación de la Universitat de Barcelona (UB) y miembro del Consell Escolar de Catalunya, considera que el descanso de febrero "racionaliza" el segundo trimestre, pero "también serían lógicos unos días de pausa en la actividad académica cada 7 u 8 semanas".

Martínez no oculta que en las voces discrepantes a la propuesta de Educació pueda haber el clásico fenómeno de resistencia que aparece ante cualquier cambio "si no se ve un beneficio inmediato", de ahí que recalque la necesidad de "explicarlo bien y, sobre todo, dar a conocer todos los argumentos pedagógicos". El cambio de calendario escolar debe obedecer a la racionalidad pedagógica, "pero debe estar contextualizada en la realidad de un país, en sus usos y costumbres laborales, en las necesidades de las familias. Eso también hay que tenerlo en cuenta".

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